De fondo el lago Manyara. Junto a la valla un señor con txapela y manta maasai. En primer plano Rocío y Nacho.
África es el lugar donde comenzó a caminar el hombre y desde allí empezó a peregrinar por la tierra. Y Dios ¿hizo que esto sucediera en algún estercolero? No. Al hombre lo rodeó de belleza y aunque esto se nos ha olvidado, esta belleza, esta creación divina perdura aquí en Tanzania.
En la misión se ven cosas duras, la gente aquí sufre mucho. Sin embargo, ver que estamos rodeados de sitios tan maravillosos como el parque del Ngorongoro o el Tarangire a escasas 3 horas de la puerta de nuestra casa, le devuelve a uno la esperanza. Puede parecer frívolo intentar consolarse simplemente admirando el paisaje pero la creación está ahí para recordarnos la grandeza del amor de Dios como nos recuerda el cántico de Daniel 3, 57-88.56 que toda la Iglesia reza cada domingo en los laudes.
Hoy voy a contaros nuestra experiencia en el parque del Ngorongoro y el Tarangire.
Nuestro hermano de la comunidad de Valencia, Rubén, vino a visitarnos en noviembre del 2015. Aprovechó unas vacaciones que tenía para escaparse aquí a Tanzania. Nos invitó a hacer un safari al Ngorongoro. Como en aquella época Loreto era muy pequeña, decidimos ir Nacho, Rocío y yo con él. Como he dicho, Arusha está a unas tres horas de este parque. Salimos sobre las 05:30 A.M. con un guía local llamado Priskas a bordo de un Toyota Land Cruiser enorme y muy cómodo. El Ngorongoro es en realidad un gigantesco cráter volcánico de 8.288 km²de extensión. Está rodeado de montañas y esto lo dota de un clima especial donde se pueden encontrar muchísimos animales todos reunidos en el mismo sitio.
Primero hay que ascender para luego bajar al parque. La visión de toda la extensión es impresionante. Justo antes de comenzar el descenso hay un mirador donde es obligado hacerse una foto. Nada más llegar a la planicie, ya empiezas a ver facoqueros, ñus y cebras. Hay millares de ellos y uno se siente abrumado por tanta belleza. El Land Cruiser tiene un techo abatible y te puedes asomar por encima de él para no perder detalle.
Pudimos ver cebras, ñus, bufalos, gacelas, buitres, elefantes y por supuesto, leones. Tuvimos la inmensa suerte de ver una auténtica cacería de leonas contra búfalos. El propio guía nos dijo que hacía por lo menos 5 años que no veía algo así.
A la hora del bocata paramos junto a un lago junto a otros vehículos que también estaban allí. El guía nos advirtió de que era mejor comer dentro del coche pero como Rubén y yo somos tan listos decidimos comernos el sandwich sentados en una roca. Al rato, y mientras yo preparaba un segundo sandwich, un águila le robo de las manos el bocadillo a Rubén. Se nos quedó una cara de pasmo bastante cómica pero como sabíamos que luego contarlo a los amiguetes sería lo mejor, no nos preocupamos en absoluto.
Seguimos el recorrido y en una pequeña laguna rodeada de juncos vimos el típico grupo de hipopótamos apelotonados los unos junto a los otros tomando su baño mañanero. Para acabar, pudimos ver un par de elefantes y un grupo de buitres acabando con los restos de un búfalo.
A mí lo que más me gustó fue la suerte de ver la cacería y el paisaje en sí. El cielo, las montañas a lo lejos, las extensiones de hierba, las lagunas, las manadas de búfalos…
Emprendimos el regreso y sobre las 18:00 llegamos a Arusha. En fin, una experiencia única.
La visita al Tarangire la contaré en segunda persona porque está vez yo me quedé en casa con Loreto. En diciembre, antes de Navidad, los padres de María, Luis y Vicky y su hermana pequeña, Carmen, vinieron de visita a Arusha. Aprovecharon la ocasión para visitar el parque del Tarangire. Salieron también muy de mañana. El guía en esta ocasión fue Jeff, el papá de un compañero de colegio de Nacho. Antes de llegar visitaron un poblado Maasai. Está visita nos ha dejado unas fotos chulísimas. El Ngorongoro y el Tarangire son muy distintos: aquí pudieron ver muchísimos elefantes a una distancia muy corta. Girafas (yo no vi ni una). Muchas gacelas. A la hora de comer se cobijaron bajo la sombra de una acacia y hasta sacaron sillas y mesas de camping. No faltó la tortilla de patatas. No puedo decir más sobre este parque porque, como ya he dicho, no estuve allí pero, gracias a Dios tenemos muchísimas fotos. Vinieron todos encantados. África y su naturaleza nunca decepcionan.
Y ahora os dejo con la chicha de este post: fotos, fotos y más fotos.



















Bueno. Espero que lo hayáis disfrutado. Si te ha gustado, coméntalo.
Desde luego fue una experiencia única e inolvidable.
Lo mejor…vivirla con vosotros!!!
Me parece , precioso y además comparto con vosotros, que La grandeza Y el amor de DIOS se manifiesta en la creación y África es un continente lleno del amor de Dios.
La pena es , que ese continente es el olvidado y el maltratado por los hombres.
Espero que con este blog tuyo, la gente tome conciencia de cómo ayudar a todos los pobres africanos.
Que Dios os ayude en la misión , porque El está con vosotros.
😘❤️
Que envidiaaaaa. Voy a hacer una hucha para ir a verlo todo, bueno a vosotros también .
me encantaaaa! jamás había leído un blog con tantas fotos, y tan accesible! (con imaginación, claro!); ánimo con la misión, y espero poder ir a veros prontooo!
¡Menuda maravilla del Señor! Y suerte la vuestra de poderla disfrutar.